Eventos
naturales.
La espiral, como casi todas las
curvas, es fruto de la naturaleza. La podríamos calificar como
“la curva de la vida” o, de forma más precisa, “la curva del
crecimiento”. Los reinos animal y vegetal, nos brindan impresionantes
ejemplos de los
diferentes tipos de espirales o de sus parientes tridimensionales:
las
hélices. Caracoles, telas de araña, disposiciones de
semillas, estructuras de proteínas, ADN… todos contienen la
espiral.
Fijémonos en los huracanes.
El aire en las regiones más próximas al centro de las
bajas presiones, gira más rápido que en los sectores
alejados... Sin duda, más temprano que tarde, se acabará
formando una espiral. En la imagen superior observamos,
el huracán Elena fotografiado (2 de septiembre de 1985) con una
lente de 70 mm desde la lanzadera espacial Discovery. Como el
huracán está en el hemisferio norte, el aire gira en
sentido inverso al de las agujas de un reloj hacia el centro de baja
presión, u ojo del huracán.
El tornado es un fenómeno de
escala local que se produce durante tormentas de gran intensidad. Se
caracteriza por un movimiento circular en forma de embudo que desciende
de la base de una nube cumuliforme, alcanzando un diámetro de
algunos cientos de metros en la superficie. Su duración es muy
variable, entre algunos segundos y algunas horas.
Las galaxias espirales tienen
brazos que forman un dibujo en espiral alrededor de un núcleo
central. A medida que éste gira, los brazos siguen su
movimiento. Las estrellas más jóvenes de las galaxias
espirales se encuentran en los brazos, de población dispersa, y
las más viejas se hallan principalmente agrupadas en el denso
núcleo. Hay estrellas de más edad que pueblan el halo
esférico que rodea el disco. Los brazos contienen una gran
cantidad de gas y polvo que con el tiempo se convierte en nuevas
estrellas. Las galaxias espirales como la
Vía Láctea contienen millones de estrellas que
interactúan unas con otras a través de la
atracción gravitatoria. El telescopio espacial Hubble, un
poderoso instrumento que gira alrededor de la Tierra, captó esta
imagen de las regiones centrales de una galaxia espiral muy semejante a
la Vía Láctea.
La galaxia Andrómeda es una galaxia espiral, similar a la
nuestra, aunque algo mayor. Es el objeto más lejano visible a
simple vista. Se puede observar al norte de la constelación
Andrómeda. La Vía Láctea y Andrómeda son
los miembros más importantes del Grupo Local de galaxias.
La galaxia espiral M100 está
entre los 35 y los 80 millones de años luz de la Tierra. El
telescopio espacial Hubble captó esta imagen del núcleo y
los brazos espirales de M100 después de la reparación
que, en diciembre de 1993, se realizó en el telescopio.
La primera galaxia que mostramos
aquí es NGC 4565, que por razones obvias es llamada
también la “Galaxia Aguja”. Observada por primera vez en 1785
por el descubridor de Urano, William Herschel (1738-1822), es uno
de los ejemplos más famosos de galaxia vista de canto y se
encuentra localizada a unos 30 millones de años luz en la
dirección de la constelación de Coma Berenices (la
Cabellera de Berenice). Muestra un brillante abultamiento central de
color amarillento que sobresale sobre impresionantes franjas de polvo.
La hermosa galaxia espiral Messier
83 está localizada en la
constelación austral de Hydra (la Serpiente Acuática) y
también se la conoce como NGC 5236 y como la Galaxia del
Molinillo Austral. Se encuentra a una distancia de unos 15 millones de
años luz. Su tamaño es aproximadamente la mitad del de la
Vía Láctea.