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Figueras |
¿Conoces el cuadro de Dalí en que reconstruye el rostro de Mae West usando objetos, y muestra que "puede ser usado como un departamento"? (Si no lo conoces, velo aquí). Pues en la primera foto de abajo, los objetos fueron reconstruidos y dispuestos de manera apropiada. Si te paras en el lugar adecuado de la habitación, lo que verás es el cuadro de Dalí. ¿Y dóndo hay que ir para ver esto? Pues a Figueras, por supuesto, al Teatro-Museo de Dalí. El bigotudo maestro nació y murió por estos lados, y aún en vida él y Gala acondicionaron un viejo teatro para convertirlo en museo y donarlo a la ciudad (aunque, según Dalí, "no es un teatro, sino objeto surrealista"). A poca distancia de Barcelona, rumbo a la frontera, Figueras no ofrece mucho al visitante aparte de museo, pero el museo justifica con creces la visita. Un montón de cuadros, objetos, y todos metidos en una construcción que también fue bastante intervenida.
Una de las curiosidades de mi visita fue el encontrarme con un matrimonio de turistas chilenos. Los reconocí de la manera usual: de pronto escuché a un sesentón cerca mío que, luego de mirar con atención un cuadro, le decía a su esposa "Yo aquí no veo ni una huevada". Creo que de los chilenos que me topé en Europa, a la mayoría los reconocí por distintas variantes de la "h-word".
Déjenme explicar la última foto. La cara de Dalí no está entera, sino sólo la mitad, acompañada del espejo. Una ocasión inmejorable para dejar registro de mi presencia por esos lados. Grande Dalí, grande. Lo bueno, además, es que la colección cubre a Dalí en toda su carrera, incluyendo períodos antiguos en que aún no abrazaba su estilo conocido.
| Las fotos: Mae West, construida; el Teatro-Museo Dalí; el espejo, Dalí y yo. |
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