No vamos a repetir aquí la charla que tuvimos sobre las hormigas; lo importante es que recuerden
que hay una pila de cosas curiosas y de cosas útiles que se pueden hacer, si imitamos la forma en que
las hormigas se mueven y las maneras en que resuelven sus problemas. En la charla empezamos hablando de
hormigas de verdad; un poco sobre eso va a aparecer pronto aquí. Luego vimos un modelo que
imita la forma en que las hormigas vimos la feromona, y con esas hormigas resultó que se podían
encontrar los caminos más cortos en un grafo (¿recuerdan qué era un grafo?).
Luego, una hormiga más sencilla, que sólo dejaba un rastro, lograba recorrer un grafo por
completo. Y después una hormiga más sencilla todavía, que vivía en mundo
de cuadritos negros y blancos, tenía un comportamiento impredecible y tremendamente complejo, ¡y
era capaz de resolver circuitos lógicos!. Eso y más va a aparecer por acá, a su
debido tiempo.
Pero lo primero es lo primero. Empezaremos estudiando lo que pasa con una hormiga muy, muy, muy simple.
Más simple que todas esas que vimos en la charla. También vive en un mapa de cuadraditos, y
como es nuestra primera hormiga, la llamaremos Adant.
